La Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela: Corazón del Camino de Santiago

La Plaza del Obradoiro es mucho más que un simple espacio abierto frente a la Catedral de Santiago de Compostela. Es el lugar donde los peregrinos culminan su viaje por el Camino de Santiago, el epicentro histórico y cultural de la ciudad, y un símbolo de Galicia. Este amplio espacio ha sido testigo de siglos de historia y leyendas, y su nombre evoca el trabajo artesanal que fue necesario para construir la impresionante catedral. A continuación, exploraremos la historia, el simbolismo, los edificios que rodean la plaza y el papel que juega en la peregrinación a Santiago de Compostela.
Historia de la Plaza del Obradoiro
El origen de la Plaza del Obradoiro se remonta a los tiempos de la construcción de la Catedral de Santiago, que comenzó en el siglo XI. El nombre “Obradoiro” proviene del gallego y significa “taller”, refiriéndose al espacio donde trabajaban los canteros y artesanos que participaron en la edificación de la catedral. Desde entonces, esta plaza ha sido testigo de los pasos de millones de peregrinos y visitantes.
Con el paso de los siglos, la Plaza del Obradoiro fue tomando la forma monumental que conocemos hoy. Rodeada por algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como el Hostal de los Reyes Católicos, el Pazo de Raxoi, el Colegio de San Xerome, y, por supuesto, la Catedral de Santiago, la plaza se consolidó como el centro neurálgico de Santiago de Compostela.

Arquitectura y Monumentos que la Rodean
La Catedral de Santiago
Dominando la plaza está la Catedral de Santiago de Compostela, joya del arte románico que alberga el sepulcro del Apóstol Santiago, uno de los destinos de peregrinación más importantes del mundo. La fachada del Obradoiro, con su magnífico estilo barroco, es una de las más reconocibles y fotografiadas. Desde esta fachada, los peregrinos pueden admirar la magnitud de la catedral, que es la meta de su viaje tras recorrer el Camino de Santiago.
Hostal de los Reyes Católicos
Este edificio, mandado construir por los Reyes Católicos en el siglo XV como hospital para atender a los peregrinos que llegaban exhaustos a Santiago de Compostela, es hoy en día un parador de lujo. El Hostal de los Reyes Católicos es una obra maestra del estilo plateresco y uno de los alojamientos más antiguos de Europa en funcionamiento.
Pazo de Raxoi
En el lado occidental de la plaza se encuentra el Pazo de Raxoi, un palacio neoclásico del siglo XVIII que actualmente es la sede del ayuntamiento de Santiago de Compostela y de la presidencia de la Junta de Galicia. Su sobria arquitectura contrasta con la ornamentación de la catedral, y su fachada añade equilibrio y simetría al conjunto de la plaza.
Colegio de San Xerome
En el lado sur de la plaza está el Colegio de San Xerome, un edificio que alberga el rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela. Aunque de menor tamaño en comparación con los otros edificios, su portal románico es una auténtica joya arquitectónica.

Simbolismo para los Peregrinos
Para los miles de peregrinos que recorren el Camino de Santiago cada año, la Plaza del Obradoiro representa el final de un viaje, tanto físico como espiritual. Aquí, muchos se dejan caer al suelo, exhaustos pero emocionados, tras haber completado una de las rutas de peregrinación más antiguas y veneradas del mundo. Es un lugar de encuentro, reflexión y celebración para aquellos que han recorrido cientos de kilómetros a pie, en bicicleta o a caballo.
La llegada a la Plaza del Obradoiro es también el momento en que los peregrinos pueden obtener su Compostela, el certificado que acredita haber completado al menos 100 kilómetros del camino a pie o 200 en bicicleta.
Leyendas y Curiosidades

La Plaza del Obradoiro está rodeada de leyendas. Una de las más conocidas es la del Santo dos Croques, una figura esculpida en el interior de la catedral que, según la tradición, concede sabiduría a los estudiantes que tocan su cabeza. Esta leyenda atrae a estudiantes de la Universidad de Santiago y a curiosos por igual.
Otra curiosidad es que la plaza es un espacio peatonal, aunque en otros tiempos estuvo transitada por vehículos. Hoy en día, su tranquilidad y majestuosidad invitan a sentarse, contemplar los monumentos y disfrutar del ambiente único que solo puede ofrecer una ciudad con tanta historia como Santiago de Compostela.